jueves, 28 de enero de 2021

LA FUEGA DEL TONO CINCO EN CLAVE MOLOTOV

 



Reseña Nº 8 del libro “Poesía Molotov” de Cristian Wachi Molina

El corte de Wachi, se resume en un rapado que se inicia en la nuca y laterales con altura uno y breves toques de cero en degradé que va subiendo como en la cadencia del fuego hasta la altura cuatro cuando las brasas encienden el desmechado entre la cúspide y la cima. La definición de un flequillo largo se levantará a través de secadores o pastas de peinado para producir el simple efecto de la belleza. A veces se alterna su tono cinco natural (conocido como castaño claro) con colores artificiales como el verde o el súper naranja tan fuerte como el fuego que podría producir una bomba molotov.

La brushinista Nadia Isasa no busca usar las tijeras sobre el cabello de Wachi Molina, pero sí embellecerlo luego del corte a través de sus peinados, la especialidad con la que defiende las reseñas para darle el toque final a la elaboración de un corte o un libro.  

Dice Claudia Masín en el prólogo a "La desobediencia" (su obra reunida): " La poesía no está hecha para adaptarnos al mundo tal como es, sino para hacerlo explotar". ¿Cómo no estallar un mundo en el que no hay lugar para todos? Es la pregunta que pareciera responder, con prepotencia de trabajo literario, el libro de Cristian Molina. Ochenta y cuatro páginas de justicia poética que intentan echar luz (cegadora) sobre los lugares habilitados para existir, pensar, sentir, escribir... Los ilumina para visibilizarlos, los visibiliza para hacerlos explotar. No desde la parafernalia académica ni desde conceptos filosóficos enrevesados, sino con las herramientas que se tienen a mano: la literatura, la poesía. Cristian fabrica poemas-bomba como quien arma una botella con kerosene y un trapo encendido, y los lanza al centro mismo de las hegemonías de existencia.

"A todxs nosotrxs, que durante mucho tiempo nos excluyeron por disidentes y nada neutrales, estos poemas para defendernos de todo lo que aún nos lastima" reza, con la fuerza de un conjuro, la dedicatoria del libro. Esas líneas nos nombran, nos convocan: ¿cómo no ser disidentes y situados cuando el mundo se trivializa, se torna violento, se pretende injusto? Hay algo de alivio en esas palabras, de cobijo de refugio para quienes han (hemos) sentido el rigor de la soledad y la exclusión por desgarrar nuestras voces y pulverizar nuestros ojos al mirar una realidad no-inclusiva, y tener la certeza de que es precisa y urgente la transformación.

Molina es el perfecto outsider por elección. Habita y comprende los lugares canónicos de la literatura, la academia, el status quo; pero lejos del silencio y la adaptación. Lleva en su mochila, entre sus libros de literatura francesa, los elementos que le permitan armar la molotov cuando el momento lo requiera. Atento, toma nota de los desplazamientos precarizantes a los que obligan ciertos modos de vida. Luego los condensa, los vuelve poesía. Poesía para todxs: escribirá un poema sobre aquellos "que se hacen los loquillos" (los putos, las travas, las tortas, lxs trans) y dice: "acá estamos". Les pregunta a los atemorizados de perder el trono: "y qué van hacer ustedes, muchachos/ con su sentido heterosexual que oponían/ a nuestro caos significante", declarando la muerte del valor estético supremo y la tradición monolítica que los amparaba.



El poemario desgrana las estructuras habilitadas, las formas "justas" de hacer poesía. En un intento por escribir "un poema a gustos de mis contemporáneos" (sin rima, sin metáfora, para ganar premios y asistir a festivales) confecciona, en verdad, un texto poético que, por intentar inscribirse en esa tradición rupturista-legitimada, terminará siendo puro borroneo, tachoneo e ironía: apenas un verso.

Algunas historias mínimas conmueven a lo largo de estas páginas, por su precisión técnica pero también por los personajes que las habitan: la tía policía, el gordo de pelo verde, el mendigo de la esquina, la Coca Sarli y el marido de alguna amiga.

Con ilustraciones de Dalia Desamor (@daliadesamor) y una cuidada edición de Le Pecore Nere, "Poesía Molotov" es, tal como lo indica Ferny Kosiak en uno de los epílogos, "una molotov arrojada al corazón mismo de la poesía, que salpica llamas para todas partes, fueguitos que iluminan y calientan".

 

Escribió para Cuidamos tu cabello peluquería&libros, la brushinista Nadia Isasa 



 

CRISTIAN MOLINA, Poesía Molotov

Poesía, 84 páginas

Editorial Le Pecore Nere, Rosario, 2020

 

Otros libros publicados por Cristian

 

Blog, poesía. 2012 Tropofonia, Rosario

Luciana. Plaga xombi sodomita, 2013 Janvs

Un pequeño mundo enfermo, 2014 La bola

Wachi book, narrativa. 2014 Baltasara Editora, Rosario

Sus bellos ojos que tanto odiaré, poesía. 2017 Caleta Olivia, Buenos Aires

Machos de campo, Narrativa, cuentos, 2017 Baldíos en la lengua, Buenos Aires

Gerarda, la mutante, cuentos para niñes. 2019 Libros salvajes, Rosario

 

Podés encontrarlo en Facebook: https://www.facebook.com/molacris

O en Instagram: https://www.instagram.com/plebeyomolina/?hl=es-la

LA POESÍA DE LAS CANAS DORADAS

 


Reseña Nº 7 del libro de poesía “Huéspedes del ocaso” de Zulema Carranza

 


El cabello de Zulema en alguna época no muy lejana, estaba minado de reflejos con gorra o papel. Doraban sus canas al punto justo: un amarillo tenue. Luego, poco a poco fue definiéndose en el blanco total como identidad irreversible de la belleza. Con esa belleza escribió:

Huéspedes del ocaso, un libro escrito por quien ve el mundo en clave de poema: escucha la música que habita en los rincones, abraza la luz sobre los árboles, imprime su huella en la rugosidad de las veredas. Cada imagen se convierte en poema, cada poema es la luz del mundo sobre la hoja en blanco.

Espejos, pétalos, estanques de agua perturbadoramente mansa...preguntas que surcan los textos como puentes. Piedra sobre piedra, aunque se la lleve el agua: así se construye cada verso de este libro. Su autora se empeña amorosamente en habitar su tiempo conjurando poemas. Resiste a la fealdad como quien se aferra a la magia de los sueños. La vida no dura toda la muerte. Por eso hay que resistir. La mirada se pierde para reinventar la vida, en la escritura.

Escribió para Cuidamos tu cabello peluquería&libros, la brushinista Nadia Isasa



Huéspedes en el ocaso, Zulema Carranza,

Poesía, 62 páginas.

Edición de autora

Podés seguirla por Facebook: https://www.facebook.com/zulema.carranza

 

miércoles, 27 de enero de 2021

EL ENCANTO DE LOS RULOS EN UN ÁRBOL AFRICANO

 


Reseña Nº 6  Del libro de cuentos “Boab” de Nadia Isasa



Hay escritores que, como el caso de Nadia Isasa, tienen la claridad de vislumbrar sobre cómo irán a encarar una línea de cuentos y de cómo terminarán el libro. Otros nos tiramos al agua de no sabemos qué océano y nadamos sin ningún rumbo con el peligro de morir ahogados en la mitad del camino. Saramago tenía la costumbre de escribir, escribir (y escribir) sin la certeza de saber adónde lo llevarían esas letras, pero una vez encontrada la línea de la obra, el terreno iba aplanándose para que el camino fuera un poco más seguro para las ruedas del auto o hasta encontrar el final del túnel.

La lucidez de Nadia se lleva por un camino tangible que no garantiza que aparezcan sobresaltos. La seguridad no promete el camino liso y llano porque de lo sinuoso, Nadia sabe bastante. Y pese a tener en mente la idea de la luz al final del túnel, de transitar por calles que la llevaron a procesar una obra que en alguna parte podría decirse liberadora, superadora, sublimadora, ella tendría mucho para contarnos por fuera del libro y la breve adjetivación llenaría los etcéteras de esta reseña.

Nadia es clienta fundadora de Cuidamos tu cabello Peluquería&Libros. La historia cuenta que corría el año 1994 y la adolescente Nadia, con cierto acné que pululaba por su cara y cientos de rulos indomables, ingresó acompañada de su madre exponiendo el problema de la porosidad. Rápidamente se solucionó con una crema de fabricación casera proveniente de un laboratorio también doméstico, propio de aquellos iniciales años peluqueriles en los que la precariedad otorgaba precios bajos y productos tan nobles como la gran duda de las marcas líderes cuyas publicidades superaban al laboratorio pequeño.

Gracias al éxito de su rulo disciplinado por la crema, llegaron a Cuidamos tu cabello peluquería&libros, muchas amigas y parientas de Nadia en busca de la maravillosa “Blue Dream”, que tal era su nombre y que solucionaba los problemas urgentes de los cabellos indisciplinados. El producto dejaría de fabricarse a fines del 2001 y Nadia lo extrañaría hasta el presente. Un sueño que se fue apagando, reemplazándose por una parafernalia de cremas que la importación menemista había otorgado, pero que ninguna reemplazaría al sueño azul de una elaboración quizás de autor o de genio de la química.



Los sueños que sí se vislumbraron fueron los cuentos de “Boab”, que resultaron ganadores en la Convocatoria Editorial 2019, primer premio de cuentos del sello Baltasara Editora. Reunidos en un libro transita un cuento con el mismo nombre que se encuentra en la página 47, que habla de la carnosa flor que lleva el título “Boab” y que pertenece al árbol africano Baobab. Inicia su primer párrafo con la sugestiva leyenda de maldiciones y longevidad bajo las ramas.

Cada flor va acompañando los cuentos y el primer título del libro, de paso poético, lo anticipa: “Lo verde llano se abulta”. Uno imagina una pradera lisa, el sol, los árboles y el anuncio sugiriendo que algo se irá a abultar. Despierta el interés no solo por el primer cuento sino de algo que irá a suceder en el resto del libro.

El interés del lector también debe despertarse para deducir qué hay debajo de las capas que cuentan, qué nos quiere decir Nadia, ¿a lo mejor un tremendo pasado histórico del que nadie salió ileso?

El cuento que sigue es “Boab”, cuyas flores serían los parientes del gran árbol baobab, desde donde se erige la gran figura patriarcal como la famosa y vieja, y conocida historia del árbol genealógico que se inicia casi siempre con un hombre cuando la mujer sería la que engendró y parió. La otra figura maternal, la abuela, va perdiendo la memoria y en su desarreglo acumula objetos innecesarios como vasitos de yogurt, o cucharas descartables. El peligro de parecerse a la abuela, o de terminar como ella ronda el aire del cuento.



En la página 73 nos encontramos con “Partículas en el aire”, un cuento iniciático, de aprendizaje. La hija menor de cuatro hermanos que hará su vida junto a los abuelos y que derivará en un internado de monjas, de pupila. Una historia dura de claustros, de madre injustamente madre y de abuelos justos padres. El último cuento “Una encarnadura en pena”, marca el final de un tema que sobrevoló durante buena parte del libro. Las armas, el miedo, el terror, la huida, los muertos. Al fin la vida en un pueblo puede parecer a veces tranquila, segura o mansa para pasar los días criando a una hija y tratando de recordar lo menos posible un pasado difícil.

“Boab” es el “Blue Dream” cumplido, el reemplazo de la crema que dio otra felicidad a lo mejor más concreta de satisfacción de un yo un tanto complejo ante la belleza. Aunque no hubiera venido para nada mal que “Blue Dream” y “Boab” hubieran convivido en la cabeza de Nadia, en compañía de su otro hijito de nombre “Yo bastardo”, literatura y decolonialidad. La tesis de grado sobre Derek Walcot, que Nadia publicó en formato de libro en el año 2018 y que luego fuera reeditado por Brumana Editora en 2020.


 Escribió para Cuidamos tu cabello peluquería&libros, el coiffeur Pablo Bigliardi


  








NADIA ISASA, Boab

Cuentos, 148 páginas

Baltasara Editora 2020

Primer Premio de cuentos del concurso de convocatorias de Baltasara Editora

 


Yo Bastardo, literatura y decolonialidad

Tesis de grado, 94 páginas

Brumana Editora, 2020

 

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LA VIDA ERRANTE DEL POETA DE TONO CUATRO

 


Reseña Nº 5 para el libro de poemas El fondo blanco del mar, de Miguel Erre


 


La música y la poesía son fusiones totales (sic, by Cerati). Sobre eso no hay quien lo discuta y nadie mejor que el representante uruguayo Miguel Erre, que vive en Rosario desde hace un buen tiempo y parece que va a quedarse hasta nuevo aviso. Vino de visitas a Cuidamos tu cabello peluquería&libros, para dejarnos su artesanal libro cosido a mano por él mismo, impreso en láser con hojas de papel book, gramaje propicio y contenido de alta originalidad poética. Se llama “El fondo blanco del mar” y quedará en la cultural peluqueril a disposición de clientes asiduos y ávidos de novedades.

El cabello de Miguel es fino con caída natural efecto lacio. Algún par de canas iniciaron su ciclo y contrastan como un contrapunto ante su color natural oscuro, podría decirse un 4/0, la antesala del negro total. Algo que funciona con su atuendo del mismo tono como un culto a la poesía oscura que no lo es del todo porque en algunos poemas la claridad ilumina mentes perezosas.

El fondo blanco del mar, pese a su título cuenta con tapa negra más el diseño de la obra de arte a cargo de Ismael Zuanigh, que representa (en tinta de tono 4/0) a un caminante de negro con un fondo de ciudad altamente metropolitana. En el cuarto poema: “31 de marzo 0:59”, la alusión a Antonin Artaud, deja en claro algo del concepto de lo negro, o a lo mejor oscuro como el matiz que vislumbra en parte un poeta como Erre, y por qué no su coterráneo Conde de Lautréamont.

Si alguien quiere saber de verdad cómo vive un poeta vayan a conocer a Miguel, el representante ideal de aquello que alguna vez Bolaño hizo gala cuando andaba por las calles de México con poetas de culto. “31 de marzo 0:59”, una especie de poema en prosa, se anuncia como panfleto y enumera las condiciones de vida del poeta: Ya viví preocupado por el precio del alquiler y de la luz y por la semana antes de fin de mes. Una marca de la vida “Errante” del poeta que continúa con la enumeración: Atiborré cassettes y vinilos y libros y papeles y los perdí y los mal-vendí y los regalé. Mi equipaje es liviano salvo cuando despierto de algún sueño malvado. El recorrido continúa haciendo honor al fondo blanco del mar cuando se acaban el vino y los cigarrillos o los sueños-realidad de sus amantes, la ciudad, los perros, la nostalgia del mar de Montevideo.

La obra reúne una poesía ordenada cronológicamente en días, horas y con cierta referencia autobiográfica. Una primera persona testimonial pasea por todo el libro y puede confundir con cierto tinte autobiográfico. Quedará librado al lector, que lo deduzca: la ficción todo lo puede y la poesía más aún.

El género varía también ante el formato de una prosa inspirada en algunos textos en los que Erre nos cuenta de su vida en Rosario, su paso por Buenos Aires y su amada Montevideo, pero no por eso descuida el pasado que florece a través de la experiencia adquirida. Es en esas letras colocadas adrede que muestran al bohemio, al tipo que la clase burguesa ignora como si no existiera o porque temen ingresar al mundo desconocido que Erre podría mostrarles e ilustrar una forma de vida libre de la vida.

También se puede decir por experiencia a esa calle transitada a través de los poemas, del conocimiento vital que sólo aquellos que caminan observando el mundo pueden revelar desde un ojo distinto qué se ve cuando se mira de verdad. Es que los poetas viven en la calle. Si uno se queda mirando fijo a los ojos de un experimentado callejero podrá ver mucho, tanto como la oscuridad del 4/0, o la claridad de la escala de colores de tinturas que en subida alcanzan hasta el diez, esa iluminación a la que se llega luego de haber pasado por el 4/0. Sólo tienes que intentarlo hijo, podría decir cualquier cura o pastor. Jamás lo dirá Erre. Él sólo dialogará o leerá poemas para que lo escuchen.

La musicalidad de la poesía existe desde siempre y en especial porque Erre es músico. Ha formado parte de bandas conocidas como Mala sangre o Días de duelo. El poema “31 de septiembre 2012 22:38”, suena a canción de rock: todos los besos y augurios/ que van dejando una estela luminosa/ y que se derriten en la necesaria/implacable/ lluvia de sal”. O en: “2:16 Cubo de Rubik”, Le he estado dando/ vueltas y vueltas/ A veces no duermo/ y sueño con un cubo/ de Rubik en la mesita de luz/ con manchas circulares/ color violeta/ ceniceros que parecen basurales/ y el cubo de Rubik/ en perfecta armonía/… Le he estado dando/ vueltas y más vueltas/ casi no he pensado en otra cosa…” Una canción perfecta para Luca Prodan, por ejemplo, o cuantos músicos más quisieran una letra como esta.

Miguel Erre mientras tanto continúa subiendo poemas a las redes sociales, brinda a fondo blanco con cualquier tipo de vino incluido un tetra y todes estaremos invitades siempre. Incluso leyéndolo podemos embriagarnos con su poesía y servirnos algún aguardiente para festejarlo. Cuando vuelva a la peluquería para hacerse otro corte, avisaremos por las redes para que vayan a conocerlo. Seguro les devolverá la visita con una sonrisa, contará alguna anécdota (tiene cientos) y si hay cualquier tipo de alcohol que se precie de bebible brindaremos por la vida eterna de la poesía: a fondo blanco.

 De las cientos de opiniones o deliberaciones que se han escrito sobre los poetas estilo Erre, Cuidamos tu cabello peluquería&libros, se queda con esta de Herman Hesse que escribió en uno de sus textos autobiográficos entre 1920/21: Si concebimos la poesía como confesión íntima, el arte aparece como un camino largo, múltiple, sinuoso, cuya única meta es expresar la personalidad del yo del artista de una manera total, tan minuciosa, tan hasta el fondo de los recovecos personales, que al final ese yo se habría desarrollado y acabado, abrasado y desfogado; sólo entonces vendría lo superior, lo suprapersonal y supratemporal, sólo entonces el arte estaría superado y el artista se hallaría maduro para convertirse en un santo… 


Escribió para Cuidamos tu cabello peluquería&libros, el coiffeur Pablo Bigliardi

 

MIGUEL ERRE

El fondo blanco del mar, poesía

Edición artesanal de autor, 161 páginas




Podés encontrarlo en Facebook: https://www.facebook.com/miguelerre

LA LUMBALGIA AL SERVICIO DE LA POESÍA

 

Reseña Nº 4 del libro “Poemas lumbares” de Lisandro Gonzáles 



Lisandro Gonzáles vino de visitas un determinado día de septiembre del año 2020, a dejar algunos de sus libros para nuestras clientas lectoras y a cortarse el cabello. Cuando un cliente viene por primera vez, el corte inicial será la continuación del anterior respetando las formas ante la duda del cliente: ¿sabrá cortar bien? ¿Habré hecho bien en dejar a mi peluquero? Pero si desde Cuidamos tu cabello peluquería&libros, constatamos que Lisandro busca novedades que refresquen su cabeza con las modas y tendencias, avanzaremos con propuestas que deberán ser originales para superar a las anteriores proezas.

Pero antes debíamos escucharlo, ponernos al día. Era la primera vez que visitaba la peluquería y por esa razón debía contarnos a qué se dedicaba, algo sobre su familia, o si estaba planificando un nuevo libro. La confianza del cliente sentado frente al nuevo peluquero debía consolidarse. Nos enteramos de que es abogado, tiene dos hijas y ha formado un largo currículum entre su trabajo de abogado y el de escritor con más de ocho libros publicados e incluso antologías. Y por supuesto que está conformando una serie de poemas para un nuevo libro. 

 Hay una dualidad importante entre el cabello de Lisandro y sus poemas. Su cabello es el sueño del pibe o sea, de la característica que todo peluquero quisiera cortar: abundante, fácil de peinar, se adapta a las formas e incluso si uno se manda una macana, por así decir ante una despareja escalera de mechones sueltos, al remendarlo con la tijera de entresacar quedará bien igual. Con su libro “Poemas lumbares” pasa algo parecido en la abundancia de significados entre urbanos y bucólicos.

En el poema 2, pareciera introducirnos en un ambiente silvestre de troncos y miel cuyo símbolo de tozudez más importante de una ciudad será el pájaro, aquel que se resiste a cambiar de territorio y deberá compartirlo con los humanos quienes concretamente se lo comerán crudo: …Pero cuando fue pequeño pájaro/ quizá fue pájaro insomne y ahora reivindique/ el vuelo como sueño./ …Un pensamiento amado con sentimiento/ gatilla desde cualquier edificio/ o bar de meridiana oscuridad/ para que su esqueleto/ colme de luces fosforescentes/ algún semblante.

Las puertas se abren ante el destino de la urbanidad, de la misma forma en que Lisandro puede recorrerla luciendo el corte sugerido por Cuidamos tu cabello peluquería&libros. Pero también en el encierro que produce la misma urbanidad es en donde Lisandro coloca la sugestión del domingo. La agonía de la soledad entre las paredes de un departamento: Desde la ventana/ se abre un corazón sentimental…/ Las paredes del departamento/ del que espera —al menos— un grito de los muebles…/ El corazón respirará como mariposa/ dispuesto al vuelo rasante/ sobre lugares comunes/ ametrallado por las piedras. Como si la industrialización se hubiera comido no sólo la vida de la mariposa, si no la de aquel narrador que busca desde la ventana de su departamento la oportunidad de la naturaleza.

Él mismo podría hacer una guía turística desde sus poemas que lo atraviesan todo. La ciudad está tan poblada como su cantidad de cabellos y en una enumeración global del libro caben el río Paraná, las islas, los analgésicos, las frutas, el alcohol, los animales e insectos y el dolor lumbar que atraviesa todo el libro. O en la añoranza de lo que fue pero que al cabo conviven como naturaleza y urbanidad: El aroma de duraznero secándose/ se pierde entre curiosidades/ de la botánica/ y desciende por balcones/ desde la mente de un hombre/ con raíces/. Entonces el otoño reclama su poema…

Lisandro tiene prometido un corte con rapado a máquina. Podría iniciarse desde la medida cero en un degradé de líneas y peines que llegarían hasta la altura cuatro o seis. Números que miden los milímetros entre el cuero cabelludo y el largo del cabello cuyos límites serán los laterales superiores como la ciudad de “Poemas lumbares” para el ojo del poeta. Entre la cúspide y la cima o en la parte de arriba como se denomina habitualmente, desmecharíamos salvajemente hasta un corto que arrojaría la modernidad que Lisandro necesita para continuar recorriendo la ciudad desde un ojo que todo lo ve, desde la belleza y la naturaleza que conviven arrasadas por la ciudad misma.

Le dijimos desde Cuidamos tu cabello peluquería&libros, que el corte le quedaría como un poema de sus lumbares, este libro que compuso con todo el dolor y con todo el tiempo del reposo mientras esperaba la sanación de su cuerpo.

 

Escribió para Cuidamos tu cabello peluquería&libros, el coiffeur Pablo Bigliardi


LISANDRO GONZÁLES

Poemas lumbares, 31 páginas (Premio Provincial “José Pedroni” 2013; UNL Ediciones)

Ediciones UNL, 2014.

Podés encontrarlo en Facebook: https://www.facebook.com/lisandro.gonzaga.5

Otros libros publicados:

Esta música abanica cualquier corazón, Homo Sapiens; 1994

Leña del árbol erguido, Poesía de Rosario; 2000

Hobbies de hotel, Ediciones en Danza; 2004

Intervalo lúcido, Premio Provincial “José Rafael López Rosas”; ASDE; 2007

Los cauces vacíos, Poesía de Rosario; 2011

Política del otoño, Premio Nacional “Luis Di Filippo”; ASDE; 2013

Qué es la poesía, Libros silvestres; 2018

 


LOS REFLEJOS ONDULADOS DEL TRIÁNGULO

LOS REFLEJOS ONDULADOS DEL TRIÁNGULO


Reseña Nº 3 para la novela El triángulo de Cecilia Rodríguez   


El cabello semi-ondulado de Cecilia Rodríguez, se altera desde el lacio en las raíces hacia los rulos entre los largos y puntas como su obra, o tan variable como la humedad ambiente. Sus reflejos altura 10/1 (rubio extra, extra claro ceniza) parecen distintos al de su heroína de la novela “El triángulo”, cuyo nombre es Malena, de la que sabremos que su cabello es oscuro y abundante, tanto como las acciones que determinarán la obra. La acompañarán Ayala y Manolo, cuya bisexualidad conformará el triángulo.

Un libro minado de anécdotas de una aparente vida cotidiana en donde la sorpresa da lugar al asombro o el desparpajo que se abre ante un colchón a estrenar con manchas de supuestos restos de una indisposición que incluso fue vendido a un sombrío personaje que Malena conoció en su adolescencia, el Turco. Se encuentra enfermo o golpeado, con tubos de oxígeno y para completar, la heroína de la mancha, Malena, será quien tenga que dar respuestas. Es parte de una trama oscura en donde el crimen y cierta mafia pasará a vuelo rasante como por arriba de la novela (el gran logro de la narradora que se mueve junto a sus personajes ante preguntas que se responden casi a sí mismas) o hasta que Ayala se lo advierta a Malena.

La madre de Ayala trabaja o viaja y estará poco en casa para su crianza. La casa se encuentra en una cortada de la ciudad de Rosario en donde se criaron los personajes del triángulo. Las visitas del Turco a la casa de Ayala en su etapa adolescente, conectarán la influencia de esa compañía que irá siendo a lo mejor, el aprendizaje en una casa que también visitaba la Malena adolescente. Poco a poco Ayala acumulará una obsesión, un trasfondo que el lector deducirá frente a una narración amigable.

Cargada de erotismo y desnudez pero sin ánimos de producir exaltación a los ojos de aquel lector que espera una película del canal Venus, los tres personajes se mueven entre ciertas obsesiones de celos o un contrapunto de relaciones sexuales. Buscando el pasado que no volverá y por qué no también la identidad de esos cuerpos tirados en una cama, que se presentan ante un caduco residuo de finales de los noventa como cenizas post Menemismo.

Las descripciones de sexo entre los personajes del triángulo mismo (y no podía caber otro título que no fuera este) Ayala, Manolo y Malena, cuentan con el detalle guarro que en la calle podría decirse: para alquilar balcones. O la primera vez de Malena en su iniciación sexual cuando tenía quince años como en una especie de novela de aprendizaje, que no cierra del todo en ese concepto porque los pasos avanzan rápido hacia un recorrido entre pasado y presente con cierta acentuación en la nostalgia de lo que fue.

Rosario será testigo del recorrido de Malena en especial, como así también el cuadro identificatorio que divide la ciudad entre dos, en este caso, Rosario Central. Tanto el cuadro como la ciudad también pueden llegar a ser parte de un pasado que iniciaría otra nostalgia.

El libro se encuentra en Cuidamos tu cabello peluquería&libros, para los lectores inquietos que podrán pasar un par de horas sorbiendo un café, esperando a que les tome la tintura o hacerse un relajante baño de hidratación mientras leen el libro de Cecilia, cuyos reflejos próximamente serán realizados en la cultural peluqueril.

Cecilia Rodríguez es una voz potente que vino para quedarse haciendo ruido. Todo aquello que las generaciones anteriores callaron o fueron a lo mejor, un poco más prudentes a la hora de hablar, podrán verse representadas a través de esta generación pre-milenial que aporta la nueva voz, el nuevo decir. Nació en Rosario, tiene 35 años y vive en Buenos Aires. Pasó por varias carreras: Filosofía, Historia, Psicología y nunca terminó nada según dice. Actualmente estudia Artes de la Escritura en la UNA, Buenos Aires. Publica notas y artículos en La Izquierda Diario, en donde puede verse de manifiesto su voz.

La novedad de Cecilia, es que a principios de noviembre del año 2020, publicó su segundo libro “Los cuentos de la abuela Loba”. El título sugiere la modalidad de cuentos que próximamente recibirá Cuidamos tu cabello Peluquería&libros. Fue presentado el sábado 21 de noviembre a través del canal Youtube, acompañada de las chicas de la editorial Exágono.

 


Escribió para Cuidamos tu cabello peluquería&libros, el coiffeur Pablo Bigliardi


El triángulo, Cecilia Rodríguez

Novela, 148 páginas

Editorial El Salmón, 2018




Los cuentos de la abuela loba

Cuentos

Editorial Exágono, 2020


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LA FUERZA DEL COLORADO ALTURA SEIS


            Cuando Pablo Colacrai vino a visitarnos a Cuidamos tu cabello peluquería&libros, desmechamos el flequillo, retiramos los sobrantes de la nuca y retocamos los laterales. De paso trajo su último libro “Nadie es tan fuerte”, que para orgullo rosarino fue finalista del prestigioso Premio Hispanoamericano de Cuentos Gabriel García Márquez. Un libro al que no le sobra una sola letra ante historias breves que a través de un lenguaje sencillo, se llenan de contrapuntos domésticos que podrán revelarse en bares o en el simple recorrido de la ciudad de Rosario.


    
       

 Se puede decir que en algún momento Pablo fue colorado. Esto es pura intuición. Se nota en su barba y cabello, un pasado del color ladrillo que anduvo luciendo entre los primeros años de su vida. Los años siguientes lo fueron decolorando poco a poco hasta quedar en un rubio oscuro, un 6/0 en la escala de tonalidades que cualquier carta de colores ofrece en la peluquería. Sucede asiduamente con muchos colorados de nacimiento que van perdiendo ese tono para apaciguarse en su fase natural, en este caso denominada altura seis.

Lo que no se apaciguó fue la creatividad de Pablo. La breve historia mínima del colorado o cobrizo viene al caso de su libro “Nadie es tan fuerte”, una sensación de que algo pasó en el medio, que no se dijo, que no se sabe pero que naturalmente llegó al 6/0 y continuaremos viéndolo con ese tono hasta que en algún momento nos cuente otra historia u otro cuento lleno de palabras puestas en su justo lugar.

Si por ejemplo le hiciéramos un corte desmechado en donde la irregularidad minaría toda su cabeza, no podríamos coincidir con la justeza de palabras que cada cuento ofrece porque hay piezas acomodadas que se deslizan como adentro del tablero de ajedrez. En la escritura de Pablo, es imperceptible y la incomodidad del contrincante frente al tablero, es la del lector que irá descubriendo poco a poco la jugada. Claro que nadie es tan fuerte como para cerrar una idea compleja, que a la vez perfeccionada produzca belleza de palabras. Porque algo sucedió, un desliz breve, el traspaso de una idea o una pieza del ajedrez puesta adrede en el lugar justo para incomodar: el gran logro del autor, que lo imperceptible sea advertido por el lector.

La mayoría de los cuentos suceden en la ciudad de Rosario. Por ejemplo en el cuento “La reina de España”, el narrador ha ingresado en la mente de dos personajes para encontrarse en el Parque de España, que se encuentra a orillas del Río Paraná. El narrador crea un varón inseguro que se va llenando de supuestos y contradicciones hasta que llega la mujer con la que tuvo una relación cercana cuyo cambio nota el varón: una nitidez que nunca había visto. Él se repite en un continuo palabrerío que parecen soliloquios tirados al vacío. Ella los escucha desde siempre. Se los había contado todos, incluso podemos adivinar su cara de desinterés. La novedad que ella cuenta cuando encuentra el momento propicio es tan fuerte como el nombre del libro.

Luego vendrá lo implícito, el enorme trabajo de lo no mencionado que se advertirá en la deducción del lector. Los personajes en movimiento entre bares o casas desde donde buscan dar un sentido a sus vidas intentando relacionarse a través de breves momentos que podrían ser determinantes. Serán los protagonistas de la vida misma: padres, madres, hijos, amigos. Aquellos que no esperarán permanecer quizás en ese 6/0 y a lo mejor el paso de los años y las canas terminen de reemplazar aquello que alguna vez fue colorado para que Pablo nos lleve a otro tono. El reflejo de una cana quizás pueda ser un cambio y leerlo a Pablo, otorga en cierto sentido esa búsqueda.

En el cuento “El mejor regalo del mundo”, el narrador se acerca mucho más a su personaje cuyo nombre es Pereira, para ponerlo en la peripecia de la compra del regalo de cumpleaños que deberá llevarle a su hija. Aparentemente olvidó la fecha y piensa en los reproches de la madre, su ex mujer. Un clásico error del hombre cuando debe comprar regalos. Otra vez Colacrai, coloca en la circunstancia al vendedor, a la mujer y a Pereira, pensando por los tres. El estilo indirecto libre llega casi al fluir de la conciencia, ¿cómo pensaría ella? ¿Cómo pensaría él? Y qué responderá el vendedor para lograr su negocio del día. Incluso la traslada a ella a pensar en tiempo presente ante los reclamos que él deberá soportar mientras el lector imagina a través del narrador toda la escena. El narrador al cabo se fuga por unos instantes para que el resto de la escena sea sólo de ellos. Un trabajo de piezas acomodadas que rayan la perfección de un ajedrecista ruso.

Pablo publicó su primer libro de cuentos “La noche en plena tarde”, en el año 2012, por Río Ancho ediciones, un colectivo editorial del cual él mismo formaba parte. Nació en Noetinger, provincia de Córdoba, en 1977, pero siempre fue rosarino. Dirige el taller literario Alma Maritano y es Licenciado en Comunicación Social. Esperamos deseosos su próximo libro. Sabemos que está trabajando sesudamente en eso. A lo mejor se presente en Cuidamos tu cabello peluquería&libros para intentar unos reflejos cobrizos, para disimular el seis y por qué no las canas que algún día aparecerán como sus personajes, para un momento de brillo tan breve como determinante.



Escribió para Cuidamos tu cabello peluquería&libros, el coiffeur Pablo Bigliardi.            


Nadie es tan fuerte, Pablo Colacrai

Cuentos, 131 páginas

Editorial Modesto Rimba, Buenos Aires, 2017


La noche en plena tarde

Cuentos, 161 páginas

Río Ancho Ediciones, 2012


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