Reseña Nº 4 del libro “Poemas lumbares” de Lisandro Gonzáles
Lisandro Gonzáles vino de visitas un determinado día de septiembre del año 2020, a dejar algunos de sus libros para nuestras clientas lectoras y a cortarse el cabello. Cuando un cliente viene por primera vez, el corte inicial será la continuación del anterior respetando las formas ante la duda del cliente: ¿sabrá cortar bien? ¿Habré hecho bien en dejar a mi peluquero? Pero si desde Cuidamos tu cabello peluquería&libros, constatamos que Lisandro busca novedades que refresquen su cabeza con las modas y tendencias, avanzaremos con propuestas que deberán ser originales para superar a las anteriores proezas.
Pero
antes debíamos escucharlo, ponernos al día. Era la primera vez que visitaba la
peluquería y por esa razón debía contarnos a qué se dedicaba, algo sobre su
familia, o si estaba planificando un nuevo libro. La confianza del cliente
sentado frente al nuevo peluquero debía consolidarse. Nos enteramos de que es
abogado, tiene dos hijas y ha formado un largo currículum entre su trabajo de
abogado y el de escritor con más de ocho libros publicados e incluso
antologías. Y por supuesto que está conformando una serie de poemas para un
nuevo libro.
Hay una dualidad importante entre el
cabello de Lisandro y sus poemas. Su cabello es el sueño del pibe o sea, de la
característica que todo peluquero quisiera cortar: abundante, fácil de peinar,
se adapta a las formas e incluso si uno se manda una macana, por así decir ante
una despareja escalera de mechones sueltos, al remendarlo con la tijera de
entresacar quedará bien igual. Con su libro “Poemas lumbares” pasa algo
parecido en la abundancia de significados entre urbanos y bucólicos.
En el poema 2, pareciera introducirnos en un ambiente silvestre de troncos
y miel cuyo símbolo de tozudez más importante de una ciudad será el pájaro,
aquel que se resiste a cambiar de territorio y deberá compartirlo con los
humanos quienes concretamente se lo comerán crudo: …Pero cuando fue pequeño pájaro/ quizá fue pájaro insomne y
ahora reivindique/ el vuelo como sueño./ …Un pensamiento amado con sentimiento/
gatilla desde cualquier edificio/ o bar de meridiana oscuridad/ para que su
esqueleto/ colme de luces fosforescentes/ algún semblante.
Las puertas se abren ante el destino de la urbanidad,
de la misma forma en que Lisandro puede recorrerla luciendo el corte sugerido
por Cuidamos tu cabello peluquería&libros. Pero también en el encierro que
produce la misma urbanidad es en donde Lisandro coloca la sugestión del
domingo. La agonía de la soledad entre las paredes de un departamento: Desde la ventana/ se abre un corazón
sentimental…/ Las paredes del departamento/ del que espera —al menos— un grito
de los muebles…/ El corazón respirará como mariposa/ dispuesto al vuelo rasante/
sobre lugares comunes/ ametrallado por las piedras. Como si la industrialización se hubiera comido no sólo la vida de la
mariposa, si no la de aquel narrador que busca desde la ventana de su
departamento la oportunidad de la naturaleza.
Él mismo podría hacer una guía turística desde sus
poemas que lo atraviesan todo. La ciudad está tan poblada como su cantidad de
cabellos y en una enumeración global del libro caben el río Paraná, las islas,
los analgésicos, las frutas, el alcohol, los animales e insectos y el dolor
lumbar que atraviesa todo el libro. O en la añoranza de lo que fue pero que al
cabo conviven como naturaleza y urbanidad: El
aroma de duraznero secándose/ se pierde entre curiosidades/ de la botánica/ y
desciende por balcones/ desde la mente de un hombre/ con raíces/. Entonces el
otoño reclama su poema…
Lisandro
tiene prometido un corte con rapado a máquina. Podría iniciarse desde la medida
cero en un degradé de líneas y peines que llegarían hasta la altura cuatro o
seis. Números que miden los milímetros entre el cuero cabelludo y el largo del
cabello cuyos límites serán los laterales superiores como la ciudad de “Poemas
lumbares” para el ojo del poeta. Entre la cúspide y la cima o en la parte de
arriba como se denomina habitualmente, desmecharíamos salvajemente hasta un
corto que arrojaría la modernidad que Lisandro necesita para continuar
recorriendo la ciudad desde un ojo que todo lo ve, desde la belleza y la
naturaleza que conviven arrasadas por la ciudad misma.
Le
dijimos desde Cuidamos tu cabello peluquería&libros, que el corte le
quedaría como un poema de sus lumbares, este libro que compuso con todo el
dolor y con todo el tiempo del reposo mientras esperaba la sanación de su
cuerpo.
Escribió para Cuidamos tu cabello peluquería&libros, el coiffeur Pablo Bigliardi
LISANDRO GONZÁLES
Poemas lumbares, 31 páginas (Premio Provincial “José Pedroni” 2013; UNL
Ediciones)
Ediciones
UNL, 2014.
Podés encontrarlo en
Facebook: https://www.facebook.com/lisandro.gonzaga.5
Otros libros publicados:
Esta música abanica
cualquier corazón, Homo Sapiens; 1994
Leña del árbol erguido,
Poesía de Rosario; 2000
Hobbies de hotel, Ediciones
en Danza; 2004
Intervalo lúcido, Premio
Provincial “José Rafael López Rosas”; ASDE; 2007
Los cauces vacíos, Poesía
de Rosario; 2011
Política del otoño, Premio
Nacional “Luis Di Filippo”; ASDE; 2013
Qué es la poesía,
Libros silvestres; 2018
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