lunes, 7 de junio de 2021

Material de archivo, exposición de fotografías por Alejandro Lamas, para ver en la página del CC Roberto Fontanarrosa

 



 

every head he had the pleasure to know

 

"En Penny Lane hay un peluquero que expone fotografías/ de cada cabeza que tuvo el gusto de conocer. / Y toda la gente que viene y va/ se detiene y saluda”.

https://www.youtube.com/watch?v=S-rB0pHI9fU

Aprendí inglés cantando esta canción de los Beatles, cuya primera estrofa parece haber sido escrita a propósito para el descabellado proyecto cultural-peluqueril que peina, colorea y recorta este equipo dirigido por el DT Pablo Bigliardi. Y al cual me sumo hoy en calidad de colorista. Empiezo con lo básico: blanco, negro y gris ceniza. A peinar canas nostálgicas, entonces. Que se vean nomás esas raíces…

El vértigo y la ternura del Material de Archivo que el fotógrafo Alejandro Lamas comparte a través del sitio web del Centro Cultural Roberto Fontanarrosa (una galería de copias digitales de fotos analógicas para mirar en casa) retoma en versión virtual y expandida aquella antigua costumbre de revolver la caja de cartón (de zapatos, de camisas, de lo que fuese) donde una familia atesoraba las huellas en blanco y negro de las miradas, los rostros y los lugares de sus ancestros. Al hacer clic en:

http://ccrf.gob.ar/cartelera/material-de-archivo/

 empieza la función, el desplegarse de una exposición de fotografía cuyo recorrido no exige el movimiento del cuerpo, sino el viaje sedentario en el tiempo a través de la memoria.

En una entrevista a Paul McCartney por Stephen Colbert [2’:10”], el entrevistador le muestra al ex beatle una foto del dúo Lennon-McCartney componiendo. Paul no recuerda qué canción era y hasta confiesa que llegó a dudar (en pleno escándalo mediático sobre la separación de los Beatles en 1970) de si alguna vez John Lennon y él habían sido amigos. La experiencia que la foto registra es un punto ciego en su subjetividad. "Pero vi esta foto y dije: 'sí. Fuimos amigos'". La foto valida su amistad, la salva del olvido. Hace lo que la memoria por sí sola no hubiera podido hacer sin el otro.

Entrevista: https://www.youtube.com/watch?v=sPBTn746v4I

La anécdota revela un modo de funcionamiento del combo archivo fotográfico-memoria que es el mismo que activa Lamas aquí. Álbum no-familiar en tres ciudades (Buenos Aires, Rosario y Madrid), este "Material de Archivo" recorre un repertorio de lugares, costumbres y personajes captados casi en el instante antes de su desaparición. El "esto ha sido" es asido. Es registrado, es documentado, pero no aún para el museo de las sucesivas generaciones sino para el público que lo conoció, vio, recuerda, comprende su sentido. El presente de la muestra se sitúa en el momento histórico privilegiado en que todavía viven los ojos que vieron a Cachilo, a Jorge Riestra, a Alfredo Zitarrosa, a Jean-François Casanovas bajo su personificación escénica en “Caviar” o al Negro Fontanarrosa, por nombrar a algunos de los retratados. También están el transeúnte anónimo, o el predicador de plaza, en fotos furtivas que hoy no sería posible publicar sin que sus protagonistas se reconocieran en las redes.

 


Quienes osaban andar por las calles mudas de la Rosario de la dictadura, se encontraban con la elocuencia del único inimputable que grafiteaba las paredes en el espacio público: Cachilo, un vagabundo de barbas desgreñadas que vivía en la calle y recibió el epíteto épico de "el poeta de los muros". Aquellos versos rimados de extraña lógica eran repetidos en las conversaciones de antes, mientras el tiempo iba borrando aquellas palabras escritas con tiza; pero siguen ahí, en las fotos que sacó Lamas, cuyo apellido en galego significa "huella", como dijo el ensayista fotográfico en una entrevista para Rosario/12:

https://www.pagina12.com.ar/205148-de-fotografias-y-otras- fantasmagorias

"Instant-táneas de la calle", diría en otra canción Fito Páez, que aparece jovencísimo y entusiasta junto a su piano. Tan joven como un Miguel Roig de rulos oscuros, cuyas orejas tapadas por aquel icónico cabello setentoso escuchan con unción al escritor Jorge Riestra, en uno de aquellos bares rosarinos que ya no existen, o de los que hoy sólo resta una carcasa modernizada sin alma... pero que viven en la foto, y que también resisten en las novelas de Jorge Riestra, como Salón de billares o El taco de ébano


Alejandro Lamas nació en 1954 en Buenos Aires, desde donde vino a Rosario, ciudad en la que ha vuelto a radicarse luego de vivir varios años en Madrid. Es autor desde los años '80 de ensayos fotográficos que exploran el espacio urbano, publicados en revistas y diarios rosarinos que ya no existen (o que sí existen, como Barullo), o reunidos en el libro La otra ciudad. Expuso en Argentina y en España. Entre sus exposiciones locales se cuentan Apuntes de Rosario (1987, CC Bernardino Rivadavia, actualmente Centro Cultural Fontanarrosa), Otro cielo (2017, Rivoire, Pasaje Pan) y Fantasmas de película en papel (2019, CC Cine Lumiére).

La actual exposición hace serie con esa del cine Lumiére, también en blanco y negro, donde también Lamas ponía en imágenes la ficción imposible de fotografiar el pasado. O de fotografiar en pasado, como quien dice “narrar en pasado”. Lamas tiene otra vertiente de fotos en color, que tienden hacia la abstracción, como las que expuso en Rivoire. En este Archivo (excepto por la foto color de un cine, el Lumiére, un guiño a su muestra anterior) sólo se verá blanco y negro, que por convención cinematográfica es la monocromía de los recuerdos.

Aún viven quienes atesoran en la mítica caja familiar aquellas fotos que tomaban en las plazas de Rosario los fotógrafos callejeros con su cámara de cajón montada sobre un trípode, a algunos de los cuales Lamas retrata en una serie de cazadores cazados, que pega sobre la imagen fotográfica de una vieja cámara de cajón. Esta acción de montaje los sitúa en el mismo lugar de la galería de retratos trashumante que ellos llevaban allí para lucir su oficio, como el barbero de la letra de McCartney arriba citada… ¡tan parecido al DT Bigliardi de hoy! Y lo que desfila en esta galería de fotos por Alejandro Lamas es la canción Penny Lane de toda una generación. 

En estos días de soledad globalizada, hace mucho bien volver a ver gente y lugares, amados y perdidos, que por años estuvieron en boca de todos en aquellas largas charlas sin límite de tiempo que aún no se llamaban presenciales, creadoras del recuerdo colectivo que da identidad a la cultura local; pero ver pasar estas fotos es más aún que un ejercicio de nostalgia documentalista. Es la experiencia estética de la melancolía, mediada no sólo por la técnica de la fotografía sino por el procedimiento del montaje, que Lamas usa para complejizar sus constelaciones de imágenes. El papel rasgado de la copia, vuelto a fotografiar y a copiar, inscribe la actualidad de un gesto manual en el cuerpo de eso que ya no es sólo un documento de lo que se ha visto, sino un registro performático de lo que se ha hecho. El desgarro elige, como la memoria. O va desmechando y recorta, como un buen peluquero: selecciona, da forma, deja mechones o puntas afuera… y también vale por sí mismo como expresión del patetismo implícito en capturar aquel "aún". 

 

Escribió para Cuidamos tu cabello peluquería & libros, la colorista Beatriz Vignoli


 

 

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