EL 8/43 AL MANDO DEL SOL
Reseña Nº 12 sobre el libro Luz Azul, de Beatriz Vignoli
El libro de poemas de Beatriz Vignoli, Luz Azul (Bajo la Luna, 2017) se divide
en dos partes. La primera lleva el título de tapa: Luz Azul; la segunda, Carne
extraña.
A la primera pertenece el poema Dos flores azules, donde la voz propia
detalla el mármol, los números y las flores que caracterizan un nombre
desaparecido. Frente a una tumba, en la lectura de la inscripción en una
lápida, una mezcla de palabras con colores se acerca a la definición de los
tonos designados con números como en la carta de colores de la peluquería. Si
bien estamos frente a un poema conducente hacia una segunda persona con cierto
tinte de lo privado, quizás autobiográfico, en lo cual Cuidamos tu cabello
peluquería&libros no debiera inmiscuirse, nos permitimos el libre albedrío
en la interpretación de estas estrofas: Nunca
te dije que para mí sus números / venían de colores. / Yo los leía al revés: /
el doble seis de oro, blanca la o de octubre, / caoba el nueve y el dos azul
oscuro”. Traducción para la peluquería: caoba es el número cinco que va al
lado de un tono natural, por ejemplo, el 7/5, es rubio-caoba. Una especie de
rojo amarronado tal cual se presenta el tronco del árbol de caoba. El “doble seis
de oro” es el 6/33, un rubio-oscuro-dorado-doble que intensifica al máximo el
oro, como encontrar en medio de un soleado médano egipcio un trozo de oro. Como
intentar también desanudar los interrogantes de la muerte.
La luz azul funciona como un corte degradé de
capa por capa, que se inicia en la explosión de la bomba atómica del epígrafe con
un rojo intenso que tornará a verde y finalmente azul. Esos efectos de
bombardeos atómicos y sus consecuencias inquietantes, sensoriales, podrán
leerse en varios poemas: la melancolía de la pérdida, imágenes dolientes y los
elementos naturales del mundo. Como si las capas del corte degradé quedaran
muriéndose en el piso. Por eso la mirada implacable ante el horror pareciera
aumentar los colores hasta aplacarlos.
Ese juego de colores continúa en Alba Cobalto, un poema crudo como la
carne quemada que asoma en las estrofas de una catástrofe, al amanecer final
sobre una batalla de la Primera Guerra Mundial: Si fuese al fin azul feroz cobalto el alba, / si una alegría mineral
fosforeciera… / de cascos putrefactos y ectoplasmas… / El corresponsal encontró
un muerto por metro. / Y sin embargo el alma, la decimonónica todavía / entre
tanta carne trozada incomestible / valsea su vaivén.
Con menos dureza el poema La verdad, se muestra con la implacable
sinceridad de un mapa de investigación, de las voces preguntando, las miradas. Debajo
del título y entre paréntesis, este poema anuncia Leipzig 1901, en referencia a Paul Schreber, quien gracias a su
libro “Memorias de un neurópata” logra salir del manicomio en donde estaba
internado. Como si el libro hubiera sido su defensa a la libertad, pero que a
su vez, dejó un testimonio anticipatorio para las siguientes generaciones: Cuando todo lo que queda por leer es un mapa
/ voces que preguntan por la razón de un nombre… / la verdad es una playa
distante, la verdad es el hueso sin carne, / es el cuerpo ya sin tiempo y
arrojado, / son las cuerdas sin música ni sentido, / la verdad es el cielo
quemado.
En Oda
al alfarero Winkler, en Carne extraña,
llega la esperanza del barro cocido renovándose a diario ante las certeras
estrofas: No hay un cuerpo posible / sin
un hueco en el centro. La alfarería que luego de ser amasada para dar forma
a la vida misma, muere en el piso luego de su uso, pero la reposición constante
de la obra del alfarero no cesa: Cántaros
donde cabe / la luna llena trae al mundo crudos / Winkler el alfarero…/
Brocados de la roca, / grecas que el tiempo mirará por años / les marca en un
instante. Y la esperanza sigue a la renovación: Sólidas ánforas que albergarán lo vivo / el alfarero Winkler
multiplica. Mientras / las estrellas claras de sus ojos brillen / habrá, entre
nosotros, / la alfarería, el oficio de alfarero.
En una conversación sobre el libro, Beatriz
contó que dos poemas, Gualeguay y Rincón, surgen de paseos, de recorridos
por territorios en donde habitaron otros poetas. Entre encuentros y festivales
de poesía y recorridos de gira por el interior, surge la inspiración ante las
charlas con colegas. Productos de experiencias vividas en la patria chica de
Juanele Ortiz, Gualeguay, provincia de Entre Ríos. O desde la clara alusión a
la ciudad de San José del Rincón, y frente a la casa donde vivió Beatriz
Vallejos, surge el poema Rincón. Bella Vista nace de una caminata por el
barrio de ese nombre en la ciudad de Rosario. Y de un paseo por el barrio de La
Sexta –el de Winkler, quien, de paso, es casi vecino
de Cuidamos tu cabello peluquería&libros, situada en el contiguo barrio del
Abasto– también surgen una entrevista, una charla
amena y las posibilidades de concretar tanto una oda como una crónica.
Aquí un link de Spotify, para escuchar las
voces que leyeron el poema y opinaron sobre Beatriz:
https://open.spotify.com/episode/3axOdQk3kOJu6GYlk7l3Y4?si=J1GCb0PaTIOmW47W43Iseg&nd=1
Beatriz Vignoli y la peluquería se han
nutrido de una reciprocidad que comenzó en el 2010, cuando el peluquero buscaba
corregir su primera novela. El intercambio de lectura en la clínica de obra,
más la peluquería y sus servicios para colorear los cabellos de Beatriz,
sirvieron para estimular una amistad creciente. Siete años después, luego de
haber pasado por largas reuniones literarias y de haber armado también un grupo
de trabajo con otros escritores, teorizaron un largo ensayo, con trabajo de
campo incluido, sobre el sueño y su larga ramificación de significados entre lo
sobrenatural y lo real. Del trabajo que culminó (no del todo) a fines de 2018,
no se ha obtenido una sola palabra escrita, simplemente se soñaron las teorías.
El cabello ondulado de Beatriz es tan dócil
que permite cualquier tipo de color. Las propuestas desde Cuidamos tu cabello
peluquería&libros, han sido aceptadas sin cuestionamientos. Por lo tanto,
las pruebas pasaron desde el 4/51, un castaño natural con ribetes caobas y
cenizas que la oscurecieron más de la cuenta hasta el nunca pacifico 8/43, que
lleva aplicándose estos últimos cinco años. Es que el ocho es un rubio claro,
el cuatro que continúa es cobrizo. Por último, el barra tres, el dorado de los
médanos egipcios cuyos efectos del sol pueden hasta encandilar. Una fórmula
explosiva de un naranja intenso que suele ser calmado con un 7/35, rubio
mediano-dorado-caoba, que por alguna causa de las pigmentaciones a veces inexplicables
de mezclas, suele “amarronar” los naranjas excedidos.
Beatriz lleva la cuenta de los veintiún días
estimativos en que deberá volver a teñirse. Cuando visita Cuidamos tu cabello
peluquería&libros, también revisa las novedades. Escritores de buena parte
del país pasan por la peluquería a dejar sus libros, otros los envían desde sus
lugares de origen. La revisión de Beatriz consiste en una breve charla con el
peluquero para cotejar las novedades sobre los libros que podría llevarse para
reseñar en el diario Página 12, en donde trabaja como periodista cultural.
La actualidad los encuentra como un tridente
Beatriz-dueño-peluquería, acentuando en desayunos domingueros, cientos de
teorías para dilucidar. El grado máximo de amistad se consolidó cuando en Luz Azul, dio cuentas claras del
fenómeno de Cuidamos tu cabello peluquería&libros. Fue un día cualquiera de
esos en que en la espera de la tintura y la paciencia visual frente al espejo o
a un florero, la capacidad de observación hizo de las suyas:
Hay
cinco flores blancas en medio de todas las palabras,
blancas
casi verde silencioso.
Copiado
al espejo triangular son diez diamantes
y
eso significa.
Alrededor
sostienen la tarde como pueden,
van
soportando el tiempo
con
palabras sencillas por donde respira
el
aire de los cuerpos.
Tratan
de olvidarse de la muerte, del sol que resplandece
allá
afuera después de la tormenta.
Pero
hay un silencio que rompe con todas las cosas.
Cinco
flores blancas casi verdes lo recuerdan.
Escribió para Cuidamos tu cabello peluquería&libros, el coiffeur Pablo
Bigliardi
Beatriz Vignoli
Luz Azul, poesía, 47 páginas
Bajo la luna, 2017, Buenos Aires
Las próximas novedades de
Beatriz cuyo 2021 promete y mucho para su obra en poesía:
Latido de lo unánime, saldrá en La Plata, por editorial Vuelo de
Quimera
Tálamo, se publicará en Buenos Aires, por la
editorial Nebliplateada. Con ilustración de tapa por Camila Guerra.